El Mercado Negro

Iba a escribir acerca de un TRATADO DE UN MACHO CUALQUIERA, en relación también con una anterior entrada que se llamaba SEXO DEBIL. Pero me tope con este escrito que paso a publicar.

En este caso hablaremos sobre cambios de época, la discriminación y de cómo se concibe el mercado negro en el sector laboral. Comencé pensando este escrito planteando la diferencia entre el trato del hombre y la mujer, pero luego asomo la diferencia del trato entre el hombre y el hombre (sin distinción de género).

De hecho entre personas del mismo género hay diferencias en el trato, ya que por ejemplo hace no muchas décadas una persona de piel oscura era considerada como inferior, en algunos tímidos progresistas  como “diferente” y no hasta hace muchos años se llego a la conclusión de que al menos para los micrófonos somos todos iguales. Ahora falta que de hecho esta diferencia entre el trato y las oportunidades se revele la igualdad. Espero que no pasen muchos años más.

Hace no más de 40 o 50 años en Estados Unidos, las personas de piel oscura no podían subirse al mismo colectivo que los blancos. La igualdad para algunos pensantes hijos de Dios fue crear colectivos y/o horarios y/o paradas especiales para que estos otros seres inferiores de piel negra pudieran tener también acceso al transporte publico como los blancos. De esta manera la solución tímida progre establecía una igualdad en base a la diferencia, o bien la discriminación.

En un capitulo simpsoniano cuando hacen una apertura de un shopping, este tiene como slogan “nuestros precios discriminan porque nosotros lo tenemos prohibido” este chiste que  resulta simpático revela una verdad.

La discriminación en términos económicos implica que uno puede establecer un precio diferenciado para el mismo servicio para que de esa manera poder cobrar a cada uno según lo que está dispuesto a pagar y así obtener un mayor beneficio.

En este sentido no es que la empresa de transporte se beneficiara (o tal vez si, no viene al caso) de la discriminación de servicios. Lo que si era claro es que debía disponer de diferentes frecuencias, horarios, micros y paradas para que el hombre de color pudiera acceder al transporte.

La empresa de transporte ponía a disposición de la clase “diferente”  micros de peor categoría, los más viejos y rotos, las frecuencias eran mucho más distantes que la de los blancos, y las paradas no tenían los techos y asientos para hacer más llevadera la espera del micro.

Por este servicio, los negritos pagaban el mismo boleto que el blanco, evidentemente estaban discriminando porque no porque el negro estuviera dispuesto a pagar sino porque no tenía otra opción tenía que hacerlo. Pagaba por un servicio que a la empresa le costaba menos que al blanco. Esta diferencia entre costos e ingreso diferenciado se llama discriminación.

En este caso es a la inversa, por un servicio inferior el negro inferior estaba “dispuesto” a pagar el mismo monto que un blanquito superior por un servicio superior.

Hubieron muchos debates, muchas predicaciones, muchas revueltas, mucha opinión de especialistas en canales de televisión y radio exponiendo de porque los negros eran negros y porque los blancos eran blancos  y de porque era un avance esta forma de establecer el servicio de transporte. Y hasta tildando de desagradecidos  a los negros insurgentes que indicaban que se efectuaba discriminación, cuando bien podrían estar caminando hasta sus trabajos y no pudiendo viajar por la misma empresa que transporta a la gente bien hecha y derecha.

Tras mucha lucha y revuelta, se permitió en algunos estados que los negros pudieran viajar en el mismo colectivo que los blancos, esto causo en la sociedad de que muchos a pesar de haber pagado el boleto de su viaje se bajen del colectivo cuando una persona de color subía. Mejor para el oscuro diría yo, ya que siempre tendría asiento y no iría parado.

Pero hubieron algunos que en virtud de un tímido progresismo aceptaron que pudieran viajar en la misma unidad de transporte pero que  ante la posibilidad de que hubiera un asiento disponible sea prioridad para el blanco antes que para uno de piel oscura, y hasta tal extremo que un hombre blanco de unos 25 años de edad tenia prioridad antes que una mujer negra embarazada o una anciana de color. Y esto era tomado como algo bueno y algo aceptable y hasta un avance comunista para algunos sectores radicales del país del norte.

Hubo un caso muy famoso de una mujer de color que estaba en el colectivo sentada y que en una parada un hombre blanco subió y le exigió, no solo el sino la gente blanca del colectivo que esta señora de color le ceda el asiento a este buen hombre de color mas pálido. Luego de esto todo se desmadro, ustedes pueden chequear como termino esta historia, pero no termino bien (para la negrita, por si les preocupaba la comodidad del hombrezote blanco).

Martin Luther King jr. Se lanzo en campaña para concientizar al pueblo estadounidense del error en la cual toda la sociedad se encontraba y de cómo él soñaba con una igualdad casi utópicamente en esos años.
Este ejemplo de los colectivos es solo un vector de los miles de vectores que con más potencia tratan de discriminación y de falso y tímido progresismo. Porque es un detalle casi imperceptible esto del transporte que atrás esconde un odio racial que se lleva en las venas de generación en generación.

Porque antes de todo esto hay golpes, hay muerte, hay persecución, con balas, piedras, cuchillos. Hay persecución psicológica, una presión en la mente y un quebrantamiento de espíritu constante. Y esta presión es auspiciada también desde lo económico, porque si desde el mismo estado, desde la misma sociedad, desde sus mismos representantes es fogoneada y validada, entonces a toda la discriminación se le da legitimidad.

En lo económico, se le paga mucho menos que lo que se debería, se le paga diferente por el mismo trabajo realizado por otro semejante más pálido. Se le hace trabajar más, no se le paga cobertura médica, no se le brinda educación de calidad, porque son confinados a estudiar en lugares marginales, solo para cumplir con un mandato del congreso y mantener el índice de escolaridad del país. Y así se les corta también la posibilidad de progreso en el país mismo de las oportunidades.

Todas estas cuestiones que estoy enumerando ocurren hoy en día aun en el país  del presidente premio Nobel de la paz. Pero eran mucho más fuertes hace algunas pocas décadas atrás.
Cuando la discriminación se legitima es muy difícil para los sectores discriminados salir adelante. Hoy en día en argentina tenemos una de las tasas más altas de sicólogos per cápita en relación al resto del mundo. A tal punto que aplastaron a los abogados y contadores  que siempre estuvieron al tope en la proporción en el país.

Algunos explican por el auge de la globalización, no solo la cantidad de egresados en esa disciplina sino en que la sociedad se vuelque a una vida de análisis constante. Algunos atribuyen al coeficiente de Gini argentino con el nivel de vida y hasta del sistema de salud del país como factores que influyeron en que con un poquito de pinchazo desde el exterior  hacia el psicoanálisis el argentino promedio se acerque para preguntarse a si mismo desde un diván que es lo que pasa, si es que pasa algo y porque.

Algunos establecen que debiera ser una práctica normal analizarse, ya que debiera ser como un chequeo médico mas, así como uno se hace análisis del cuerpo. También sería útil pasar como una normalidad alguna que otra consulta periódica con algún profesional de los analistas de las mentes y la conducta.

Ahora no se si de verdad lo creen así porque han llegado a alguna conclusión científica o porque algún malevo economista le ha insertado el virus de la mercadotecnia en sus venas analíticas. Y así poder maximizar beneficios. Pero no voy a meterme ahora en esto, en otra oportunidad hablare sobre el VIRUS ECONOMICUS y de cómo se filtra en muchos aspectos de nuestra vida sin que nosotros lo percibamos.
El punto donde voy es que el argentino promedio suele hacerse alguna cita con el psicólogo para tratar algunos puntos y poder de alguna manera encontrar alguna solución si es que la hay para algunas cuestiones faltantes a resolver.

Ahora retomemos el caso de los discriminados, de aquellas personas que son hostigadas desde la misma sociedad, inclusive desde el mismo estado. Estas personas en la cual cada minuto fuera de su casa es un minuto traumático.

El caso de estas personas de piel oscura en la década del 60 vivían continuamente estresados y atemorizados, ir a trabajar era caótico, nacer y saber y hasta asimilar que sos inferior. ¿Qué trauma tan grande, que cicatriz tan profunda y cauterizada hay en esos corazones que han tenido que modificar algunas cosas en sus mentes y corazones para seguir viviendo? Estas personas tenían que ir por otros caminos, tenían otros senderos, otros horarios. Iban y volvían en grupos porque en el camino podían ser sorprendidos por un grupo de imbéciles adolescentes blancos que en sus autos que los papis les regalan a los 16 años podían golpear, maltratar y matar incluso a negros.

Perdón por el término imbéciles, tal vez la sociedad lo era, porque la sociedad y el estado promovían esa situación a tal punto que estos adolescentes no lo vieran como algo malo, sino como algo bueno. Ya que golpear a un negro, no iba a ser denunciado por nadie y si así fuera, no iba a ser investigado por nadie y si se moría un oscuro el caso no se resolvería.

¿Estas personas de color subían temerosos a un colectivo, te imaginas subir temblando a un colectivo? ¿Te imaginas pagar el boleto y sentir que tu corazón empieza a latir más fuerte, que tus dientes  empiezan a rechinar por el stress que causa que unos segundos después te dirían algo, te pegarían o te dirían que te pares porque un blanco sube en la próxima parada?

¿Cuantos corazones dañados, cuantas mentes traumadas hubieron? Hasta incluso los buenos hombres de Dios no los aceptaron en sus iglesias para cantar al mismo Dios  y estas personas de origen afro tuvieron que abrir templos para que pudieran alabar a su creador, a tal punto agradose a este creador que les ha dado el don de la música casi a todo aquel que tenga un color un poco más oscuro, dejando en ridículo a los pálidos de las calles centrales al glorificar al creador de los cielos y la tierra.

Si algún día paso por Estados Unidos, no me perdería por nada del mundo un domingo en esos cultos donde todos nos imaginamos cantando con gozo el “Oh Happy Day” con todas las clases de voces que hacen explotar corazones.

El mismísimo Martín Luther King Jr. Fue un ministro Bautista quien puso lo que había leído en práctica, porque no se puede callar cuando el libro negro y dorado habla. No se le puede silenciar, fluye por los poros y aun si alguien es acallado, dice esta de sí misma que las piedras hablaran.

A tal punto existía persecución a esta gente, que el lugar que ellos tenían para alabar a su creador era roto, saqueado y prendido fuego. ¿A tal punto puede llegar el odio? Si a tal punto puede llegar y aun mas.
Hablaba acerca del argentino promedio que puede ir a analizarse cada tanto por lo que sea, y lo hago para que considere como se sentirían estos afroamericanos en su persecución, estos no tenían sicólogos que los libere del trauma (si es que de verdad pueden), debían afrontar entre la familia y refugiarse en su  fraternidad, y obtener paz en Dios.

Estas historias no pasaron hace 10 siglos en alguna sociedad perdida del mapa.  Sucedió hace algunas décadas atrás en una potencia económica del mundo. Un país que se consideraba así mismo humanizado y civilizado.

Y que con nuestro país, porque no por estar del otro lado del mundo nos vamos a escapar de esta realidad. ¿En nuestro país también ocurren casos de discriminación? Tal vez no en ese grado.
Pero sin duda existen. Creer que una persona de un país limítrofe es inferior es natural casi para el argentino con apellido europeo. Considerar que contiene en su DNI lo peor de la humanidad, y clasificándolo por la forma de sus ojos, su acento y su color de pelo, le dan al argentino promedio la capacidad de indicar quien es buena o mala persona y quien merece vivir o no.

Ahora vayamos adentro del país, los que viven en metrópolis urbanas suelen actuar diferente ante personas que vienen de pueblos o ciudades rurales.

En estos días un Socialista y extravagante  presidenciable Binner indicó que la pobreza y la inseguridad de Santa Fe se deben a la gente de países y provincias limítrofes. ¿Que se espera de los ciudadanos si el referente político establece que lo malo proviene de afuera? ¿Y sus políticas reflejaran tal pensamiento?
Y voy a concluir algunos casos de discriminación económica también.

El caso de las Amas de Casa. En argentina se dicto hace algunos años una ley que indicaba que el servicio domestico debe ser trabajo registrado en blanco. De hecho el servicio domestico siempre tuvo que ser registrado como trabajo en blanco, con la ley lo que se hizo es enmarcarlo y darle parámetros, de valores mínimos y demás. Para que los contadores tengan una referencia para categorizar y así también aportar a la seguridad social.

Algunos que están en contra del gobierno de turno Kirchnerista alegan que es un esfuerzo y un manotazo de ahogado para recaudar de algún lugar un poquito más. Otros un poquito más perspicaces indican que de esta manera se integran a las estadísticas de empleo en blanco aquellas personas que figuraban como empleados en negro o subempleados y así obtener una mejoría en los índices solo por un cambio de categorización sin haber modificado nada.

Bueno ya expuse algunos de los argumentos que  tal vez le indiquen la tramoya en la medida. Pero ahora vayamos a lo positivo.

El empleo domestico por lo general estaba visto por parte de la empleadora como una acción social, se sentía bien el empleador por proveerle de dinero a cambio de un servicio que en otras épocas era gratis (esclavitud), el valor que se le paga es casi como un favor, por lo cual es un arreglo entre partes en la cual el empleador negocia con la empleada domestica cuanto le va a pagar por hora, para hacer diferentes tareas.

La empleada domestica por lo general se ve encerrada en la situación de un valor de mercado marginal, porque al ser generalizado y legitimado el empleo en negro, los valores para negociar siempre están por debajo de lo necesario y recomendable, y obviamente mucho más bajo que el valor del salario mínimo que goza como piso la clase trabajadora en blanco.

Los que pugnan por un estado ausente y la eliminación del poder de sindicatos y gremios y demás. Indican de que cada empleado negociando con su empleador llegarían a un acuerdo que satisfaría  a ambos y todos serian felices y no habría pérdida social neta, por la diabólica intervención de un estado fofo y agobiante.

La realidad es que cuando los mercados se vuelven negros o blancos sin intervención del estado, los que tienen el sartén por el mango empiezan a hacer de las suyas. Son los principales actores en las crisis económicas, porque su insaciabilidad de beneficios extraordinarios los lleva a explotar trabajadores hasta que todo explota y salen corriendo a pedir ayuda porque se incendio el país.

Un mercado de trabajo desregulado oprime al trabajador, y en el caso de las empleadas domesticas esta aun vivo. Porque el poder lo tiene el empleador, y porque desde el estado se legitima que es algo que no debía ser regulado o configurado como trabajo en blanco. De esta manera el empleador que de por si tiene ingresos extraordinarios para decidir no hacer quehaceres domésticos negocia con la empleada domestica cuanto cobrara por su hora trabajada.

El empleador suele argumentar que no va a pagarle más a la empleada X porque ese $ de más esta fuera del valor de mercado, otra lo haría por los mismos $ actuales. ¿Qué ocurrió aquí? El estado dejo que el mercado sea negro y el mercado quedo subvaluado. Y de este argumento se beneficia el empleador para no pagar más.

El valor de mercado en negro solo se actualiza con el valor de subsistencia, porque nadie puede trabajar por menos del valor de subsistencia, y este valor de subsistencia suele estancarse en periodos de crisis, creando una ilusión de estabilidad del empleador, cuando en realidad el mercado se está acomodando por la nueva mano de obra disponible que pugna por ser empleado dejando correr el valor creciente de la canasta básica en virtud de obtener por lo menos algo de ingreso.

Al sincerar el mercado de trabajo de empleo domestico, lo que se hace es legitimar un trabajo dándole el status que se merece. Ya que el empleador tiene que quebrar esa mentalidad de que le está haciendo un favor a su empleada dándole unos pesos y considerar que así como cuando contrata un arquitecto, oficiales albañiles y demás para su nueva casa y lo considera como un costo de construcción, así también debe incorporar el empleo domestico como un costo de tener el nivel de vida que lleva y no solo como un valor marginal o residual de sus ingresos.

Incorporar el empleo domestico y categorizado por ley implica que este valor de mercado debiera subir, en principio costara porque habrá muchos que buscaran la manera de sortear la ley, alguno justificara que hay un nuevo mercado negro laboral que está dando luces de que hay que bajar el salario del empleado domestico, pero solo es la reticencia de lo establecido que se niega a perder los beneficios con los que contaba. En un mediano plazo debieran los valores actualizarse.

Mucha gente de clase media baja que contaba con algún personal domestico esporádico tal vez se vea perjudicado, porque no está dispuesto  a pagar más por el mismo servicio, por la cual le quedan estas opciones: pagar los nuevos valores, no contratar el servicio, violar la ley pagando menos.
Sea cual sea la ética de cada uno, deberá ver si este avance empieza a hacer florecer nuevos pecados y transgresiones a los que creían que estaban firmes y limpios.

La realidad es que tal vez por mas que se llore y patalee, es probable que muchos de clase media baja hayan estado disfrutando de servicio domestico cuando no debieran estar gozándolos, solo se hubieron aprovechado (sin intención) del valor subvaluado de mercado negro en la cual se encontraba el trabajo domestico.

Para que no se me enoje es algo así como cuando existía Napster, a finales de los 90 y principios del nuevo milenio, existía una compañía que te permitía subir y descargar en formato .mp3 todas las canciones que quisieras. Muchas de las canciones que hay en los winamps de muchos, provienen de archivos que fueron subidos y descargados de esa época. A tal punto Napster llego a ser tan popular que Microsoft puso en su plataforma de MSN Messenger la posibilidad de escuchar tus temas online, y con un acceso directo a toda la música y con la posibilidad de descargarlo gratis. Es decir, desde el MSN Messenger en la ventanita del MSN Today podías descargarte gratis toda la música que querías. Este mercado de transferencia de archivos de música digital era posible porque no había legislación provocando un mercado negro que en este caso beneficio a los que querían tener música en formato mp3 en su compu o reproductor de mp3.

Algunos acusan que la caída de Tower Records se debió al poder que tuvo Napster y todas las empresas que aprovecharon el vacío legal, y vendieron publicidad a cambio de que entres  a sacar tu canción favorita.
La realidad es que Tower Records tuvo su momento de expansión cuando la era del capitalismo había llegado a su techo, y los mercados en todo el mundo comenzaron a derrumbarse, comenzando por Japón, china y otros países de oriente, siguiendo por  Latinoamérica.  Dejando las tasas de retorno de Tower Records como una ilusión.

Más allá de esto ¿qué quiero decir con esta anécdota? Luego de la legislación en internet, por derechos de autor y copyright  desapareció la posibilidad de descargar tan fácil la música gratis. Luego aparecieron otros gestores como el Ares y demás pero eso es otra cuestión. La cosa es que mucha gente disfruto de un bien o servicio que no le costó nada porque no estaba legislado, solo estuvo aprovechando el momento, luego para obtener el mismo servicio tendrá que aportar algo y se verá en el dilema (o trilema mejor dicho) de: pagar, no adquirir el servicio, violar la ley.

Lo mismo ocurre con el servicio domestico,  la clase mas acomodada deberá incorporar este costo a sus balances de sumas y saldos y su contador deberá introducir este concepto. La clase media alta y media media deberá pensar dos veces si quiere parecerse a la clase alta y pagar por tales servicios, porque lo que debiera ser obvio, si queres el servicio tenes que pagarlo. Porque cuando te asaltan en un restaurant de puerto madero por un ñoqui con una hoja de albahaca  a $500 y lo pagas porque estas en posición de hacerlo, lo mismo deberá pasar por la cabeza de esta gente cuando contrate servicio domestico, ¿estará a la altura o deberá bajar de clase limpiando sus propias cosas?

Y la clase media baja que aspiraba a una ayuda porque se requería para poder trabajar y mantener el orden en la casa, se verá en un predicamento. Tal vez será hora o de pagar por lo que vale o de sincerarse y ponerse los guantes de goma y agarrar el detergente.



Y ahora me retiro porque el servicio doméstico va a limpiar el cuarto donde estoy escribiendo.





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