A lavarse las manos (la comida está servida)
Introducción:
Es el mediodía, ya han pasado muchas horas desde el
desayuno, uno simple, un café con leche y algunas rodajas de pan con algún
dulce de leche, frambuesa y/o manteca.
Aún falta mucho para llegar al tiempo del almuerzo y la
panza comienza a hacer ruidos, avisando que es hora de comer algo.
En una esquina esperando un eterno semáforo siento el olor a
humo y chorizos haciéndose a las brasas por un puesto callejero.
Siento muchas ganas de comer un choripán, y no me importa si
por eso me expulsan de la grey, el choripán es el choripán y si tengo que
agarrar un bombo y darle duro para obtenerlo lo voy a hacer.
Me estaciono y pido uno, por lo general el precio del
choripán está muy cerca de la cotización del dólar, un dólar = un choripán, si
no me creen vayan buscando los valores históricos.
Mientras agradezco a Dios por estos alimentos, lo disfruto y
me pongo el dedo en el mentón.
Acerca de
la alimentación
Cada persona en situaciones normales come casi 2 kg de
alimento por día en todas sus comidas.
Para conseguir esos 2 kg de alimento debe procesar o cocinar
productos vegetales y/o animales.
Para esto puede entonces sembrar y cosechar vegetales y
frutas y criar animales, para que les provea de carne, leche, huevos y
derivados.
Se indica en un antiguo libro que en un lugar llamado Edén
ese alimento solo se tomaba de los árboles, sin necesidad de trabajar por él,
luego ya saben lo que pasó y por qué estamos analizando este proceso de
satisfacer el hambre.
El sudor de nuestra frente produce el alimento necesario
para poder sustentarnos. Pero este caso está muy lejos de ser real en los
lectores (y obviamente de quien escribe).
Pocos deben trabajar de forma directa para obtener el
alimento, algunos trabajan de otra cosa y con la retribución de ese trabajo
obtienen dinero para comprar lo que producen otros.
Entonces ahora la persona que siembra vegetales y cría
animales, debe producir para otros.
Para que ambos estén satisfechos, el productor de alimentos
debe producir para él y para el otro. Este otro debe poder obtener dinero para
comprar el alimento, por lo cual debe trabajar, por lo que debe haber una
oferta laboral que permita que ambos coman.
Si la oferta laboral no existe o la remuneración no alcanza
para pagar el precio del alimento, entonces este otro no comerá lo que necesita
para estar satisfecho.
Entonces hasta aquí he hablado acerca de la saciedad. Alguien
que trata de conseguir alimento para estar saciado, es decir no tener hambre.
Cuando se habla de las necesidades fisiológicas del ser
humano la principal es la del alimento.
Esta necesidad de ingerir alimentos puede satisfacerse de
diversas maneras, pero no todas esas opciones pueden ser las que nos dejen bien
nutridos.
Se puede estar saciado y estar desnutridos, lo saben bien
los nutricionistas que estudian cual es la mejor dieta para cada cuerpo y en
función de la actividad física de cada ser humano.
Entonces ahora no solo es cuestión de estar saciados sino de
estar nutridos. Ahora no solo se debe pensar en cuanto comer, sino en que
comer.
En oposición a esta saciedad y nutrición nos encontramos con
la desnutrición y el hambre.
Existen personas que se sacian cada día, pero están mal
nutridas, también quienes están mal nutridas y no saciadas, y las que están
desnutridas y con hambre.
¿Por qué no siembran su alimento? ¿por qué pasan hambre?
Bueno existen varios factores por lo cual no están nutridos
y no ven saciado su hambre.
Existen teorías económicas inspiradas en la fisiocracia que
indican que la tierra es limitada por lo cual el alimento es escaso porque la
tierra es limitada, por ende, habrá hambre, por lo que la solución del hambre
es el control de natalidad.
¿Le parece una animalada? Es una teoría abandonada pues
atenta contra el concepto de productividad, pero es retomado por otro lado porque
para las grandes teorías clásicas la escasez es la piedra angular de la ciencia
económica, si no hubiera escasez, ¿para qué estudia la eficiencia, eficacia y
efectividad de la asignación de recursos?
El hambre entonces está dado. Es como la inflación, como el
desempleo, siempre habrá. Porque a veces la economía también agarra textos
fuera de contexto y dice “a los pobres los tendremos siempre con nosotros”.
Pero no quiero causar revuelo apenas arranco este texto, así
que en la parte final retomaré este punto.
Un poco
de historia antes de mi choripán
En mi primer relato acerca del choripán, uno se pregunta por
qué elijo esa opción y no otras.
¿qué otras alternativas tenía? hamburguesas, bondiola,
alguna opción sin sangre derramada también porque no, alguna tarta, buñuelos,
una ensalada de lechuga tomate, huevo, queso, zanahoria, etc.
Los bovinos se introducen con los españoles, y se expanden
en todo el territorio y viven libres adaptándose a la nueva tierra.
En esta primera introducción del siglo XVI y XVII sirven
como lo era en el consumo europeo, principalmente para producción de leche y
arado, cuero y de última como alimento.
Hasta el siglo XIX, los campos que hoy son conocidos en el
mundo eran cardales, los animales y los gauchos libres se escapaban fácil
metiéndose al interior de los altos pastos y cardos.
Llega en el siglo XIX también la introducción de las razas
Hereford y Aberdeen Angus, entre otras, pero estas destacan por una fuerte
adaptación y una calidad superior que en su origen.
Igualmente, la producción bovina servía principalmente para
la exportación de cuero. Con estas nuevas razas, y la llegada de técnicas de
empresas inglesas de conservación de carnes, llegaría el consumo masivo de
carnes, tanto local como para exportar.
Hasta que llega la conservación, la carne se carneaba y se
comía lo más pronto posible, la primitiva conservación de sal endurecía ciertos
cortes y no todos podían permanecer durante mucho tiempo.
El asado era una de las prácticas de los que vivían alejados
de la urbe, ya sea porque era animal propio o porque era cuatrereado.
Las vacas eran robadas, carneadas y se comía lo que se
podía, el cuero tenía más valor que la carne en sí. No solo por precio sino por
uso.
Cuando la producción bovina de exportación se expande en las
pampas, los cardales son quemados y se promueven los pastizales tiernos para
los vacunos.
La mano de obra escasea, y los gauchos libres que viven de
“cazar” vacas son perseguidos como es usual con un poder judicial y legislativo
hecho a la medida del poder dominante.
Entonces a fines del siglo XIX se dicta la ley de vagabundeo
para encarrilarlos en oficios que sirvan a la patria o bien enlistarlos en la
milicia.
Las tierras se reparten entre familias de doble apellido con
el mero acuerdo entre ellos, sin conceptos de compraventa, meritocracia o
trabajo de la tierra.
Escrito en las historias está que algunos para poder
acaparar más tierra hacían un alambrado simple de una sola línea, porque el
regalo de tierras era hasta donde llegues con el alambre.
Ya en el siglo XX, las exportaciones permiten ingresos tales
que existen construcciones, palacios y mansiones con materiales traídos desde
la misma Europa.
Los casinos se llenan de terratenientes que ganan y pierden
campos, casas y quintas como si fueran monedas.
El casino de Mar del Plata es el Miami o Punta del Este de
estos días. Solo van los hacendados a jugar los excedentes de exportación.
Algunos donan edificios al estado, y por ello es que se pueden ver
construcciones privadas y públicas llenos de mármol, bronce y otros materiales
costosos importados desde la misma Europa.
Algunas estructuras son traídas en forma completa, es decir,
no importan el mármol, bronce o hierros. Sino que importan las columnas,
escaleras y portones ya construidos.
Allí está la pequeña Paris sudamericana llamada Buenos Aires
haciendo gala en el primer centenario de toda su opulencia.
Y me fui de la gastronomía, pero ahora retomo, porque no es
sin querer que me he ido por las ramas.
¿Que
determina lo que comemos?
·
Abundancia
En Argentina el promedio de consumo de carne está cerca de
los 120 kg por persona por año, la mitad de esos 120 kg, se los lleva la carne
de vacunos, el resto se distribuye en pollo, cerdo, cordero, etc.
El consumo histórico de carne está en declive, pero no
significativamente.
Esta distribución de animales es lo que ha variado, antes,
el pollo y el cerdo eran productos alternativos como el pescado y no
constituían gran parte de la dieta.
La carne abunda de tal manera que en la pampa húmeda todos
pueden saborear distintos cortes, algunos selectos para la clase acomodada y
otros no tan selectos para el resto.
Uno de los factores para determinar porque se come lo que
come es la abundancia.
En Argentina la carne comenzó a abundar de tal manera que
muchas preparaciones comenzaron a incorporar pedazos de carne en distinta forma
y cocción.
Tal fue la abundancia que hasta los 90, la opción de una
comida rápida era “bifes con ensalada mixta”, es decir si no había tiempo o
ganas se cruzaba a la carnicería y se pedían unos bifes anchos o angostos (con
hueso, que son más pesados, rinden menos, pero son más sabrosos) y unos tomates
y algo de lechuga y se tenía un almuerzo.
La abundancia y el precio accesible permitía entonces modificar
la dieta de los argentinos.
¿Por qué en lugares cerca del mar comen más pescado? ¿Por
qué en lugares más tropicales se come más frutas? La abundancia.
Si existe abundancia, también hay escasez (en sentido
relativo), en otros lugares no podrían comer bifes todos los días, milanesas,
asados semanales, etc. Simplemente porque no lo tienen.
Por eso la cocina argentina es en cierto punto limitada,
escasa, comparada con otras culturas que usan otros productos.
En Perú tienen distintas variedades de papas, de colores,
formas, tamaños y sabores.
En México, cuentan con distintas variedades de maíz.
En Países tropicales abundan frutos, mandioca, plátanos,
etc. Que sirven de harinas, o símil consistente como lo hacen los fideos, arroz
o la misma harina de trigo en Argentina.
Las tierras húmedas de china permiten la plantación
abundante de decenas de variedad de arroz y derivados.
India y Pakistán, pioneros en condimentos le aportan todo lo
que pueden a sus comidas para aromatizarlos y darles nuevos sabores.
Y así se puede seguir con cientos de ejemplos.
·
Roles. ¿Quién cocina en casa?
Algunos también le incorporan el cambio del rol de la mujer,
en la cual al trabajar tanto como el hombre, ya no pueden dedicar tanto tiempo
en la cocina.
Algunos acusan de que en la actualidad no se sabe cocinar
como antes, porque lo que era una emergencia resulta ser una dieta habitual,
entonces un día son bifes, otras hamburguesas, otros milanesas (con algo de
elaboración), carne al horno, pollo, estofado y el domingo asado.
Las abuelas de antes que usaban hasta las patitas, orejas,
garrones, etc. para hacer comidas veían como la modernidad de los 80 y 90 se
llevaba puesta las recetas clásicas.
Estas abuelas estaban mas tiempo en la casa, su labor
incurría en la administración completa de los recursos hogareños, y en ello
estaba en hacer rendir los alimentos, haciendo elaboraciones de mucho tiempo
con pocos recursos.
Con el género femenino adoptando mas horas en trabajo
asalariado y menos en el hogar, provocó que las comidas cambien de ingredientes
y cocción haciéndolo adaptable al nuevo tiempo disponible.
¿Y el hombre puede cocinar?
Supongo que sí, pero aún estamos en cierta estructura social
en la cual aun con la mujer, trabajando igual o más que el hombre, se dedica a
las tareas caseras. Pero de a poco también el macho pecho peludo está
haciéndose responsable de las tareas cotidianas sin que lo tilden de blandito.
·
La tecnología
Además de la abundancia y los cambios sociales, el nuevo rol
de la mujer, los tiempos disponibles, etc. se debe incluir el avance
tecnológico.
Cuando llegan los frigoríficos a la Argentina, la producción
y exportación de cortes frescos se dinamiza a tal punto de que ahora los
alimentos perecederos duran más.
Luego ocurre cierta revolución en la conservación de
alimentos con la fabricación de las heladeras domésticas, que vienen
acompañadas del uso de la electricidad.
En Argentina, en 1911 Torcuato Di Tella patenta una maquina
amasadora de Pan, que acelera los procesos de tal forma que las panaderías que
lo adquirieran requerían menos amasadores y producían mas pan con una calidad
uniforme.
Una ley nacional de 1910 prohíbe el amasado a mano, por lo
que le da a Di Tella una explosión de ventas ante la nueva normativa. (Para los
que hablan de libertad y prohibiciones y mercado, he aquí una prohibición fue
lo que generó el crecimiento de una empresa)
La ventaja de Di Tella era que su amasadora SIAM era mejor
que las importadas y obviamente mas económicas, ante el tipo de cambio.
Luego, invierte en la producción de bombas de surtidores de
nafta. Con YPF creciendo y también con ley que exige la calidad brindada por la
empresa, la empresa sigue su curso de expansión y crecimiento.
La revolución para la gastronomía llega con la heladera
doméstica SIAM. Producto de calidad de la industria nacional. Aún en algunas
casas de abuelos se puede ver una de estas heladeras funcionando.
La accesibilidad fue llegando a muchos hogares, desde los
mas acaudalados primero hasta los de menos recursos. Entonces las dietas también
fueron cambiando con el acceso a la conservación en frio.
Pero además se incorpora el uso intensivo y extensivo de la
electricidad, gas, hornos, etc.
En lugares donde no hay estos elementos tienden a cocinar
alimentos que deben ser frescos y deben ser consumidos en un cortísimo plazo
agregándole a la abundancia el factor temporalidad.
·
Recursos disponibles.
Se debe tener en cuenta también el acceso a la energía para
los artefactos, la capacidad de fabricarlos y obviamente la capacidad de
comprarlos.
Por un lado, desde la planificación económica de un país en términos
de infraestructura se provee de la capacidad de tener electricidad, gas y
acceso a los bienes de consumo necesarios para la preparación y conservación de
los alimentos.
Desde el mismo lado, pero en otra arista se debe tener en
cuenta las variables macroeconómicas como desocupación, salarios, inflación,
etc.
Como mencionamos anteriormente, no todos producen su propio alimento,
sino que lo obtienen de manera indirecta, otro produce y se compra con dinero,
obtenido por la retribución de fuerza de trabajo, renta de la tierra o interés
del capital.
Cuando no se alcanza entonces se procede a la inventiva y
creatividad para que el alimento rinda.
No se puede comer asado todos los días, entonces, se comerá con
ciertos cortes, y se acompañara con ciertas legumbres, se harán cocciones de
acuerdo a la abundancia por estación.
Se comerán naranjas en invierno, manzanas al fin del verano,
cerezas en diciembre, etc.
La estacionalidad entonces lleva a que se elijan que bienes
consumir y de que forma.
Por ejemplo, el locro está compuesto además del maíz, trigo
y otras verduras, sobrantes de carne, cueritos, chorizos, etc.
El locro, es una comida popular, lo más bajo, de los
trabajadores, con algunas pocas verduras y carne puede hacer una nutritiva
comida para dar energía para la faena.
Es una comida del trabajador, de quienes obtienen magros
ingresos y deben hacer rendir lo poco que hay.
Por lo general las comidas llamadas populares de los
distintos países cuentan con esta característica, provienen de las clases
trabajadoras en pos de la economicidad y la abundancia calórica.
Las mismas empanadas cuentan con el relleno producto de
sobrantes y agregados de la producción local, las papas en el norte, las
aceitunas en cuyo, el pescado en la Mesopotamia, y algunos osados que le ponen
pasas de uva donde hay uvas de sobra.
La abundancia, la economicidad y el alimento para el
trabajador se conjugan para crear estos alimentos.
Ya en estos tiempos, en la zona metropolitana, contamos con
los compañeros de la construcción que en décadas pasadas almorzaban asado con
bastante regularidad.
El asado de obra, producto de la abundancia y bajos precios (en
sentido relativo) permitía que cada día puedan asar ciertas carnes. Eso si, no
era el mismo asado del domingo, existían cortes de los más económicos, entre
ellos la entraña.
La entraña era un corte muy económico, descartable. Por
fuerzas del consumo, marketing y la mar en coche llega a los restaurantes mas
tops de Buenos Aires, elevando su status y pasando de ser un corte económico a
uno de los mas caros hoy en día.
Los recursos con los que cuenta la mayoría de la gente es lo
que impulsa ciertos consumos y elaboración de alimentos.
Así también como el ejemplo de la entraña, pasa de ser de
consumo popular obrero a ser un producto gastronómico suntuario por estas cosas
de la mano invisible del mercado.
Les tengo malas noticias, en estos tiempos (2022), se está poniendo
de moda el osobuco como corte top, así que ya saben lo que viene.
Los recursos disponibles permiten que algunos puedan acceder
a alimentos más sofisticados, más caros.
El comercio internacional y la apertura de mercados permite
que alimentos de otras partes del mundo lleguen a la góndola, y los términos de
intercambio determinarán si son accesibles o no para cada consumidor.
El caviar inalcanzable sino para una noche de gala única en
Argentina es el desayuno de pobladores europeos linderos al mar del norte.
Aquí entonces el ingreso juega un papel importante en el consumo
gastronómico.
A ciertos niveles de ingresos, cuentan con una internacionalización
de las comidas, es decir pueden conseguir un menú internacional en cualquier
hotel de 5 estrellas del mundo.
Con altos ingresos podés comer la mejor carne argentina en
Rusia y en Argentina el mejor caviar. Se homogenizan los valores, son todos
caros en todos lados, pero como los ingresos no son inconveniente para cierto
grupo tienen acceso en cualquier latitud del planeta.
·
Estructura socioeconómica, relaciones de
producción
Además de todos los anteriores factores nos encontramos con
uno que es el principal a mi modo de ver.
La estructura socioeconómica, sobre todo en lo que hace a
las relaciones de producción.
Como mencioné anteriormente muchos de los platos populares
provienen de los sectores trabajadores, que cuentan con pocos recursos, poco
tiempo y mucho desgaste de energía.
Luego esos platos los adopta el marketing y los pone en el
negocio gastronómico, pero el negocio gastronómico es solo un reflejo sesgado
de la cultura alimenticia del lugar.
El locro no es una comida diaria como lo era hace un siglo atrás,
es una comida especial que se hace en ciertas fechas. Ya no es parte de la
cultura gastronómica contemporánea.
¿Qué es lo que está determinando lo que se come hoy en día? Lo
mismo que determino que se comiera locro hasta hace un siglo atrás. La
estructura socioeconómica y laboral.
¿Por qué comes cada tanta tal comida? ¿por qué hoy hay más
fideos y menos carnes como en los 90?
Las cabezas de ganado ya no satisfacen la demanda interna,
los campos se vieron transformados por siembra de soja que en los 2000 tuvo un
auge en el precio internacional con el crecimiento de la demanda China.
La oferta limitada, y los términos de intercambio, sumado a
magros salarios y poco control en la inflación hacen que la carne ya no sea la
comida rápida de otros tiempos.
Pero hasta aquí uno esta pendulándo en ingresos disponibles,
tiempo disponible y nivel de precios.
Como indique anteriormente, el consumo de carne no ha
variado sustancialmente en la mesa de los argentinos desde hace varias décadas,
si ha cambiado la composición. De los 120 kg anuales por persona actualmente la
carne vacuna pelea por mantenerse arriba de los 50 kg cuando en otro tiempo
estaba sobrado en los 75 kg.
La carne de pollo pasa de 25 kg a 50 kg por persona por año,
empatando a la carne vacuna. Y la carne de cerdo tiene su incremento pasando de
7 a 15 kg por persona por año. En tan solo 30 años.
¿Pero que ocurre cuando hay un quiebre en la relación de
producción, empleo, formas de trabajo y salarios?
Se transformará la forma de consumir, por ingresos, por
tiempo disponible y por nivel de precios.
En países donde los salarios son de subsistencia, existe una
cultura gastronómica callejera más prominente.
Uno piensa entonces ¿Cómo puede ser que a menos salario la
gastronomía comercial sea más desarrollada?
Porque ocurre uno de los tantos efectos paradojales de la
economía, que no es tan paradojal después de todo, una curva se vuelve para atrás.
Cuando se trata de elección de bienes, se suele tener un
comportamiento como las leyes clásicas de mercado que ante un aumento de precio
del bien se disminuye el consumo de tal bien, pero cuando se modifican otras
variables, puede ocurrir, que ante un mayor precio el bien se consuma más, o
ante un menor precio el bien se consuma menos.
La gastronomía
callejera hace su entrada cuando hay menos tiempo disponible para los obreros
metropolitanos. No solo que no hay tiempo para cocinar, sino que tampoco lo hay
para volver a casa y comer.
Existen países donde la informalidad laboral es regla, donde
trabajan niños y mayores de edad, donde se trabaja mucho mas que las 8 horas
diarias y mas que los 5 días y medio.
El tiempo disponible se acorta, pero también los ingresos.
Al volverse de subsistencia las comidas se hacen con menos
productos, mas económicos, y se venden en condiciones tal que el costo variable
es mas importante que el costo fijo del negocio gastronómico.
Solo se invierte en la cocción. Se sirve en servilletas, panificados
baratos, hojas, cartón, descartables, se come en la calle, en la vereda.
En los países donde son intensivos en mano de obra, por esta
“normalización” del trabajo fuera de los parámetros de la Organización internacional
del trabajo, nos encontramos con esta cultura gastronómica callejera de
subsistencia.
Entonces algunos romantizan la gastronomía del lugar
haciendo énfasis en la abundancia, y establecen la cultura gastrónomica alejada
de la estructura socioeconómica y de relaciones de producción.
Toman a la gastronomía como el arte, la música, la pintura (que
por cierto tampoco esta ajeno a la influencia de esta estructura).
La cultura gastronómica está dada, como la pobreza, la
desnutrición, el hambre y las enfermedades.
Conclusión
No es romántico el hecho de que cada lugar coma en la calle porque
tiene que trabajar 12 horas y no hay tiempo para ingerir otro tipo de
alimentos.
Lo delicioso que pueda ser y la costumbre gastronómica no
quita que se esté ante la normalización de una alimentación de los trabajadores
como el mulo.
En el mundo hay capacidad suficiente para alimentar 3 veces
a la población. Pero hay producción latente a la espera de la nueva estrella de
desabastecimiento, el sector especulativo financiero.
Argentina produce alimento para 300 millones de personas, y tiene
a 15 millones de sus 40 millones de habitantes bajo la línea de la pobreza.
Algunos hablan de desperdicio, que el problema es el
desperdicio de los alimentos, ese no es el determinante, es más, solo argumenta
a favor del argumento de la escasez, asumiendo que el alimento no alcanza porque
no comí ese cuarto cucharada de arroz que quedo en el fondo de la olla o no
aproveche el cabito de la zanahoria.
Otros argumentan que es por el consumo de carnes que no
alcanza para el resto del mundo. Anteponiendo su filosofía de vida para lograr
una conciencia mayor que el real problema del hambre y la pobreza.
También existen los que creen que todo se trata de falta de
solidaridad, que si cada uno aporta un poco se acabaría el hambre del mundo.
Entonces los mismos trabajadores que tienen mejores salarios
aportan de este para satisfacer a los que no tienen. La cultura de la
solidaridad se hace presente en ONGs y entidades sin fines de lucro que
recaudan sumas millonarias, pero siempre hay hambre.
El ajuste de precios de los commodities no se determina por
la demanda de alimentos, sino por una demanda especulativa, donde se compra para
no comer. No interesa si esta llega al puerto o no, si se distribuye y se pone
en las góndolas, solo importa que las fluctuaciones de precios sea lo
suficientemente volátil como para sacar provecho sin haber plantado, regado,
cosechado, ni criado animales.
Cuando los precios están por debajo de lo esperado por los
inversionistas, unos genios consideran que es mejor tirar la leche, las frutas,
verduras, retener granos, dejar morir animales para volver al precio que
maximiza los beneficios. Esto es desperdicio, no el cabito de la zanahoria que
no aprovecho la abuela en su guiso.
Cuando se habla de flexibilización laboral y reformas que
estimulen la oferta agregada afecta, los salarios, los tiempos disponibles y los
precios.
Latinoamérica y en especial Argentina se resisten a caer en
las formas de concebir el trabajo como en países de Asia, donde las grandes filiales
transnacionales producen sus bienes con la explotación de sus trabajadores.
Esta en esa continua tensión en la cual va desde aires de
flexibilización y vuelve a la protección de derechos laborales.
El día en que se normalice la flexibilización laboral, se
comenzará a romantizar la comida en las calles, por no tener tiempo, sin
importar las condiciones de salubridad, ni de nutrición, por que lo que importa
es que el trabajador tenga la fuerza suficiente como para estar de pie operando
las maquinas que generen el excedente para que unos pocos puedan comer caviar y
bola de lomo.
Bueno ahora que estoy terminando mi choripán con salsa
criolla, deseo que puedan tener alimento delicioso y nutritivo en sus mesas y
que puedan disfrutarlo sin una fatiga física por exceso de esfuerzo para que
puedan luego tener una sobremesa amena con los suyos y luego tener un reparador
descanso para una nueva jornada.
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